El nacionalismo argelino se desarrolló después de la I Guerra Mundial entre los grupos musulmanes que aspiraban a la equiparación con los europeos. Farhat Abbas y Ahmed Messali Hadj, este último comunista, estuvieron entre los más destacados líderes argelinos en las décadas de 1920 y 1930. En 1936, el gobierno francés concibió un plan que contemplaba similar trato para los musulmanes veteranos de la Gran Guerra y los militares franceses, pero fue desbaratado por los diputados colonos en la Asamblea Nacional francesa.
Frustrado por la resistencia obstinada de estos últimos a la reforma, Abbas aunó fuerzas con Messali durante la II Guerra Mundial para organizar un partido de militancia antifrancesa, los Amigos del Manifiesto y la Libertad. Después de la guerra, por el Estatuto Orgánico de Argelia de 1947, se constituyó la primera Asamblea Parlamentaria Argelina, con un número equivalente de delegados europeos y musulmanes, lo que no resultó satisfactorio ni para los nativos ni para los colonos, demostrándose ineficaz desde su inicio.
Los nacionalistas más militantes se decantaron entonces por la lucha armada. A principios de la década de 1950, muchos se escondieron o se exiliaron.
En marzo de 1954, Ahmed Ben Bella, un antiguo sargento del ejército francés, se unió a otros ocho argelinos exiliados en Egipto para formar un comité revolucionario que más tarde pasó a ser conocido como el Frente de Liberación Nacional (FLN). Después de intensas luchas aplacadas por la superioridad francesa, y en vista de no alcanzar un acuerdo político, el general Charles de Gaulle reconoció que la guerra era difícil de ganar.
Así, en 1959 anunció su intención de permitir a los argelinos elegir entre la independencia o la asociación continuada con Francia. El plan no gustó y continuaron los enfrentamientos. En marzo de 1962 se aceptó finalmente un alto el fuego entre el gobierno y los representantes del FLN. Se celebro un referéndum, Argelia votó mayoritariamente por la independencia.
Los colonos iniciaron una evacuación masiva.