Como cada año, los niños saharauis que pasan sus vacaciones de verano en España, tienen que regresar y es un momento muy triste, porque se acostumbran muy pronto a las costumbres de España, su comida y demás, además de que las familias los tratan muy bien. El momento de la despedida es muy duro y es un momento en el que se recuerda todo lo que se ha disfrutado por ambas partes, porque tanto los niños como las familias suelen disfrutar mucho de estas semanas juntos de verano.
Ahora los saharauis regresan a Argelia, donde continuarán con su vida, con su familia, aunque nunca olvidarán estas semanas que han pasado en España, los nuevos alimentos que han probado, los nuevos lugares que han podido descubrir, entre otras tantas experiencias que de seguro hará que vuelvan con mucha más ilusión a sus casas. Es una experiencia muy buena para todos ellos y también lo es para las familias, porque pueden cuidar de uno de estos niños durante algunas semanas y ofrecerle todo lo que en sus casa por desgracia no tienen, porque la situación es precaria.
Ahora se está produciendo la vuelta de los saharauis a sus casa en Argelia y esto ocurre todos los veranos. Muchas de estas familias llevan a sus casa a uno de estos niños, porque sienten que haciendo esto ayudan a alguno de estos niños, además de poder disfrutar de la experiencia de conocer a niños, su cultura y sus tradiciones, porque es una emocionante experiencia la que viven cada año cuando llegan los niños a sus hogares.