Desde tiempos de los romanos, Argelia ha destacado por la fertilidad de su suelo, aunque tan sólo el 9,4% de la población trabaja en la agricultura.
A mediados del siglo XIX se cultivaron grandes cantidades de algodón coincidiendo con la Guerra Civil Estadounidense, pero su industria sufrió un retroceso. A principios del siglo XX se hicieron esfuerzos para retomar el cultivo de esta planta. Una pequeña cantidad de algodón se cultiva en los oasis del sur. Se producen grandes cantidades de una fibra vegetal, hecha de las hojas de palmera enana. Otros cultivos importantes son los olivos y el tabaco.
Para el cultivo de cereales se emplean más de 30.000 km². La zona del Tell es la de mayor extensión de cultivo de cereales. Durante la época de ocupación francesa, su productividad se vio incrementada sustancialmente gracias a los pozos artesianos. Los principales cereales son el trigo, la cebada y la avena sativa.
Se exportan una gran variedad de frutas y verduras, especialmente cítricos, así como también higos, dátiles, fibra de esparto y corcho. Argelia es el mayor mercado de África de avena sativa.
Crecimiento de la población desde 1961 (en miles de habitantes).
La población de Argelia asciende a 32.531.853 habitantes (2005), más del 75% del total habla bereber y más del 85% habla árabe clásico, los dos idiomas oficiales. Entre un cuarto y n tercio de la población habla francés.
Del millón de colonos franceses que vivían en Argelia antes de la independencia, quedan hoy 576.000. Sumando todos los europeos y sus descendientes se calcula que forman el 18% de la población de Argelia.
La mortalidad infantil es de 19 por mil (menor al promedio del norte africano) y la esperanza de vida de 83 años. Fuera de las ciudades más importantes, la atención médica es rudimentaria. El promedio de hijos por mujer es de 1,89, una de las tasas más bajas del continente africano.