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Memorias y relatos de Amari Hamadene, (continuación)

…Pero ahora me doy cuenta de que, si bien mi respuesta es un balance falso no es fácil. Me había encontrado algunos aspectos de nuestra respuesta a los ataques inquietantes y recuerdo de mi propia lucha para encajar Inmediatamente en el perfil árabe-estadounidense, y quedó mi lealtad en tela de juicio.

Estamos intimidados unos a otros, algunos de nosotros tratando de manifestar que no estamos de acuerdo con las decisiones de la Administración Bush de atacar Iraq, la reducción de las libertades civiles, la suspensión de ciertos derechos, el encarcelado de los musulmanes en Guantánamo, etc. no fueron pensamientos y posturas tan americanas como el resto de nosotros, podría ser en realidad el tipo de personas que deben ser detenidos en los aeropuertos.

En lugar de reafirmar nuestro dinamismo, nuestra creatividad, nuestro compromiso de civiles y de las libertades universales, se hizo una disminución de nuestra democracia y la imposición de un estado federal de seguridad.

Yo sabía algo acerca de la seguridad de los estados, ya que pueden ser impuestas por las familias, barrios, instituciones, tradiciones, etc.

Por lo tanto, he visto que en mi respuesta habían existencias, rehusando a enfrentar mi profunda inquietud por la forma de nativismo que se había criado tan fácilmente en su cabeza a raíz de un ataque exterior.

Me pareció que una paranoia de Estados Unidos fue muy lejos.

Sentí que ya no podía fingir, que no termino de entender cómo el Holocausto había tenido lugar, ya que se ha convertido ahora en expertos, nosotros mismos, en archivos expiatorios y asustándonos a nosotros mismos en nuestros propios asuntos, repudiar los ideales democráticos cuando de hecho era exactamente el momento adecuado y el mejor momento para reafirmar y fortalecerlos.

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