Como cada año, algunos Refugiados Sahararuis en Tindouf (Argelia) pasan el verano en España, ya que hay muchas familias españolas que pagan un dinero para poder darle un hogar de verdad a estos niños, que por desgracia viven refugiados, debido a un conflicto con Marruecos. Esto hace que cada verano sea un hecho un feliz el que muchos niños vengan a España procedente de estas tierras y de otros países del mundo. Tanto los niños como las familias lo pasan bien. Es una experiencia diferente para ambas partes y muy satisfactoria siempre y cada año es algo muy esperado para la familia y los niños.

Las familias pueden convivir con estos niños que tanto han sufrido y sin duda es una experiencia muy satisfactoria y los niños aprenden las costumbres locales, su gastronomía e incluso aprenden el español, aunque poco a poco. Son unos meses de verano muy felices para las familias y para los niños, que dejan de lado el terror de vivir como refugiado para poder vivir en una casa de verdad, con buena temperatura, comida, baño y agua corriente.

Esta experiencia hace que las familias repitan cada año y que el niño o niña pueda aprender algo más del español, que es muy interesante. Esta experiencia de verano es muy reconfortante para ambas partes, aunque cuando el verano se acaba, es bastante triste el momento en el que se tienen que separar, tanto para los niños como para las familias, que han disfrutando y aprendido mucho, que sin duda nunca lo olvidarán.